Alumnas y profesores se reúnen para reflexionar sobre los proyectos de Aprendizaje y Servicio del curso 21/22
El jueves 21 de abril se celebró en el Campus San Rafael una sesión de reflexión conjunta entre estudiantes de los tres equipos de los proyectos de Aprendizaje y Servicio (ApS) que están en marcha este curso.
El ApS es una metodología pedagógica en la que el estudiante pone sus conocimientos a disposición de la sociedad, especialmente de los colectivos más vulnerables, a la vez que reflexiona sobre su aprendizaje en dicho servicio. Es una actividad que se centra en la práctica, pero la reflexión sobre el proceso es uno de los aspectos clave que todo proyecto ApS debe contemplar.
En ese contexto, los estudiantes de tercer curso de los Grados en Fisioterapia y Enfermería compartieron una sesión dinámica en la que intercambiaron impresiones sobre las diferentes fases del proceso.
Así, coincidieron en que los estereotipos hacia las poblaciones vulnerables con las que iban a trabajar (personas sin hogar y niños con diversidad funcional motora) les habían generado al inicio sentimientos de nerviosismo e inquietud. Sin embargo, afirmaron que habían afrontado el reto apoyándose mutuamente en sus compañeros de equipo, lo que permitió que la motivación y el entusiasmo fuesen adquiriendo cada vez más protagonismo.
Los estudiantes valoraron el aprendizaje continuo que les está suponiendo esta experiencia, destacando aspectos clave como el compañerismo, el trabajo en grupo, la escucha activa, el desarrollo de habilidades para hablar en público y para gestionar equipos, así como la adaptación a las nuevas tecnologías y metodologías de enseñanza.
En cuanto a las dificultades encontradas en este reto, señalaron como las más habituales la gestión del tiempo y de la carga de trabajo, la adaptación al grupo de población atendido y también sus propios miedos. Sin embargo, gracias a la buena acogida por parte de las entidades sociales y de los grupos de población vulnerable con los que han tratado, los estudiantes valoran muy positivamente la experiencia. Sienten que ahora son más conscientes de la oportunidad que supone poder aportar sus conocimientos para solucionar necesidades reales en un entorno en el que no hay prejuicios, sino ganas de aportar lo mejor de sí mismos y sumar fortalezas para mejorar el día a día de las personas atendidas.
